Las sillas de oficina se distinguen por tener un respaldo más parada y orondo para adaptarse mejor al cuerpo y proporcionar un apoyo adicional a la altura del cuello y los hombros. En cambio, los sillones de oficina tienen un respaldo más bajo y, por lo general, no tienen reposabrazos https://andreraiot.ourcodeblog.com/31020028/poco-conocidos-hechos-sobre-credenza