Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un tapiz https://ronaldllpt686907.targetblogs.com/38932295/el-cabezazo-de-zidane-y-sus-repercusiones-mediáticas